Por qué un Land Rover?
Una pregunta compleja y dura que todos nos hacemos o nos han hecho, generalmente por personas que tienen dudas con la
marca o que buscan respuestas con relación a saber porque nos gusta tanto una marque que tiene una fama a veces deprimente.
Pues bien, en lo personal un gran amigo una vez me la hizo, cuándo compré mi primer Land Rover, un Discovery 1
con 3 puertas del año 1997 que hasta el día de hoy cuido (con gran presupuesto) y mantengo con mis propias manos.
Otro amigo, un día, me dijo que los Land Rover producen el síndrome de Estocolmo, del cual debo decir, soy un perfecto
ejemplo.
El problema de la pregunta es que al momento de la compra no tenía claridad de la respuesta. Cómo muchos
compré el auto por un gusto inconscientemente adquirido, o por haber pasado muchos años viendo videos del Camel
Trophy soñando con ese viaje (que aún no realizo) por algún lugar extremo de este mundo.
En general los Land Rover nos dan el dolor de cabeza más grande que tenemos, pero al mismo tiempo son participes
de muchas de las alegrías más grandes de nuestras vidas, permitiéndonos viajar a lugares únicos,
tener postales que de otra manera serían mucho más difíciles de obtener, y lo más importante, generar
lazos y amistades que terminan traspasando la marca, saliendo de los paseos, y transformando a un grupo de entusiastas locos
en verdaderos amigos.
Con el tiempo, me he dado cuenta de que más allá del gusto, estos autos generan lazos, no son pasajeros, incluso
cuándo pensamos en venderlos una de las primeras interrogantes que nos surgen es si el dueño lo cuidará
tanto como nosotros lo hemos hecho, imaginando que nunca lo metimos en el barro, paseamos por la playa, o lo llevamos a la
cordillera con nieve, sin cadenas y sin camino, y olvidamos el costo de la mantención hasta cuándo volvimos a casa.
Aunque al mismo tiempo muchas veces nos arrepentimos de venderlo (y otras de comprarlo), terminan siendo de todas formas parte
integral de nuestra familia, y en algunos casos, heredados de generación en generación, tanto el Land Rover,
cómo el gusto por la marca.